Pestana Ocean Bay Resort, Funchal (Madeira) (PT) - Ofertas y Reseñas

Habla y reza por esas puestas de sol, ¡una belleza! Habitaciones con vista al mar de ensueño y un personal súper amable, siempre dispuesto a ayudar. La comida, aunque buena, a veces repetitiva, pero valía la pena probar esos cócteles junto a la piscina. ¡Recomendado!

Estuve tres noches en el hotel y disfruté del sonido del mar desde mi habitación. La ubicación es genial, con un paseo agradable junto a la playa, aunque debo admitir que la comida podría tener más variedad. Aún así, el personal fue increíblemente atento.

la comida era,muy aburrida y sin sabor, ni hablar de las tazas de café que nunca estaban disponibles. creí que con mi pulserita tendría preferencia en el servicio, pero parece que no cuentan con eso aquí. el hotel tiene un aire de antiguo que ni las puestas de sol más bellas pueden salvarlo.

puedo recomendar este hotel a todos for una parada rápida

Habitación cómoda, ubicación ideal, el personal es excepcional, y también tienen un autobús gratuito que te lleva al centro de la ciudad para disfrutar de las actividades locales.

Honestamente puedo decir que no había nada que no me gustara.

Disfruté de la comodidad de la habitación y la tranquilidad del entorno. Ver el mar desde el balcón era espectacular cada mañana. La oferta de comida fue bastante buena y el ambiente era perfecto para relajarse. La ubicación es ideal para pasear por la playa y admirar puestas de sol impresionantes.

Estuve en el Pestana Ocean Bay Resort y realmente disfruté del sonido relajante del mar desde mi habitación. Las vistas desde el balcón eran impresionantes y cada mañana me despertaba admirando el océano. La limpieza del hotel y la atención del personal fueron sobresalientes, especialmente la calidez que mostraron hacia mí.

La comida necesita más variedad.

El hotel tiene unas vistas al mar impresionantes desde las habitaciones. La piscina es muy agradable y disfrutar de un cóctel por la tarde es un verdadero placer. La tranquilidad que se respira es ideal para descansar después de un día de exploración.

La comida en el buffet era un poco repetitiva.

Las vistas desde la habitación eran increíbles, pero la comida era repetitiva.

Ubicación de lujo, despertarse con el sonido del mar es un regalo. La atención del personal de primera, siempre listos para ayudar. La comida, aunque rica, podría tener más variedad. Las habitaciones son cómodas y con vistas al océano que te dejan sin aliento.

Las vistas desde la habitación eran increíbles, me encantaba despertarme y ver el mar. La piscina es agradable con cócteles bien preparados. La comida en el buffet era repetitiva y no había muchas opciones saludables. Además, el entretenimiento en la noche fue un poco decepcionante.

La experiencia fue buena, especialmente por las instalaciones familiares. A los niños les encantó jugar al ajedrez gigante, ¡era un verdadero espectáculo! Las actividades disponibles en el hotel hicieron que nuestras vacaciones sean memorables.

A mis hijos les hubiera gustado mejor variedad en la comida. La calidad no fue la mejor, y eso puede ser un tema a considerar para las familias.

Increíbles vistas y buena onda

Las vistas desde la habitación eran increíbles, me encantaba despertarme y ver el mar. Disfrutamos mucho las bebidas en la piscina, especialmente los cócteles que hacía Gomez, ¡estaban riquísimos! Aunque el buffet era repetitivo y no había opciones saludables, el personal siempre fue muy amable y servicial. Aparte, la música en vivo a veces era un poco molesta.

Ubicación perfecta á beira do mar, habitación con vistas espectaculares. O persoal sempre amable, dispostos a axudar. A comida, aínda que boa, podería ter máis variedade. Vale a pena para desconectar e disfrutar do son das ondas.

una estancia agradable con vistas impresionantes

Las vistas desde la habitación eran realmente espectaculares, despertarme cada mañana y contemplar el mar fue un regalo. Además, los cócteles que preparaba el personal en la piscina eran deliciosos, un gran detalle para disfrutar en la tarde.

Sin embargo, la comida en el buffet se volvía algo repetitiva y podría mejorar en variedad.

Las magdalenas inglesas en el desayuno eran un auténtico lujo! Además, desde el hotel se podían disfrutar de puestas de sol de ensueño que te dejaban sin aliento. La comodidad de la habitación también era notoria, ideal para relajarse después de un día explorando.

Aunque la calidad de los productos era buena, la ejecución de las comidas dejó mucho que desear. Sin embargo, el hotel está un poco anticuado y, para colmo, algunas provisiones se agotaron durante varios días. Y aunque hay pajaritos por ahí, se nota que el hotel hace un esfuerzo por manejarlos.